jueves, octubre 22, 2009

Tiro en la nuca

Vivir en esta ciudad es como recibir un tiro en la nuca… al menos como me lo imagino…
Desde que volví a esta casa acomodada mi mente se ha abotargado, los cambios de humor son constantes y no puedo evitar estar casi deprimido…
Cuando salgo a la calle que es cada vez en menos ocasiones me veo aletargado, sin ganas de pasear como hacia antes, simplemente me meto en mi burbuja de acero y me muevo todo lo rápido que puedo, cuando alcanzas una velocidad en la que lo que hay a tu lado es un borrón parece que al menos no pueden hacerte daño…
La música se vuelve muy importante en una vida así, no sólo para los momentos de ocio, casi para poder respirar.
Por si fuera poco se han encargado de darme un reflejo cánido en el que ver representadas mis frustraciones… ahí lo puedo ver, metido en su espacio de vida, una terraza en la que puede cumplir sus necesidades básicas… tratando de suplir con largas siestas y un par de caricias su ausencia de libertad…
El consumo de drogas es ingente entre la juventud de esta ciudad, en otros lugares en los que he estado la gente consume drogas por diversión, no son una necesidad sino un complemento que ayuda a dar nuevas visiones y otros matices a experiencias, una forma de expandir los horizontes de lo que tus sentidos pueden darte. Aquí no, las drogas casi se han convertido en un algo tan seguro como la muerte, si quieres mantener la cordura en este sitio no te queda más que “coger un buen ciego”, para aletargar tus neuronas un mínimo… si permaneces tan despierto como puedas lo único que te espera son unas grandes ganas de que pase ese instante, esa fracción de segundo tras el tiro en la nuca que aquí se alarga sobremanera. A todos nos dieron un tiro y esperamos a que nuestro cuerpo deje de moverse, para que por fin llegue la muerte y el descanso a nuestra mente… en una ciudad llamada Huelva.