viernes, agosto 15, 2014

De levantarse triste y sin ánimo

Nada ha cambiado de ayer a hoy, la misma falta de compañía, la misma falta de dinero y de perspectiva laboral, los mismos privilegios de tener donde dormir y comida que ingerir mereciendolo o no. El caso, es que ayer mi sonrisa me hacía de compañía y de paraguas y hoy veo por mis mejillas, cada vez más delgadas, como caen y resbalan lagrimas que no se si son mias o de nadie ni nada.
Ya lo dijo una vez un "amigo mio" y son más mias las comillas que el amigo, que se escribe mejor cuando uno está triste y desgarrado, con este nudo en la garganta que parece que sea mi nuez apunto de reventar en un grito que no sale... sino que penetra, dentro de mi garganta hasta caer en mi estómago como una piedra.
Y entonces me paro, agarro mi propio cuello con mis manos, y al notar que no hay nada entre la piel y mis manos, me relajo, se suaviza la nuez y vuelve a su trabajo "tranquilo" me digo "que te pongas triste no es que no quede felicidad, es sólo que hay que mirar con más cuidado".