jueves, mayo 11, 2006

Afectados por la televisión, ¿se pega algo de la caja tonta en nosotros?

Y dicen por ahí, que no, que la televisión es inocua, que no puede hacer daño alguno a una persona, por más que digan que es telebasura...
Yo definitivamente no estoy de acuerdo, claramente el ver violencia, acaba calando en nosotros y nuestro comportamiento, creando pasividad ante el hecho de verla, puesto que cuando vemos a alguien sufriendo daño en la calle, o siendo atracado, somos pocos los que seguimos capaces de jugarnos el tipo por un extraño.
Son casos raros los que se dan últimamente en la televisión y sus series, yo que gusto de ver la televisión y disfrutar de aquello que me guste, como animaciones para adultos, algunas series concretas y algún programa de escritura, documental, o película sueltos. Concretamente me he parado a pensar en el personaje que ahora está tan de moda, ya que por otro lado, la serie es buena y entretenida: House.
Esta serie sobre las peripecias de un curioso doctor, caracterizado por su cinismo, y sus métodos extraños pero por supuesto efectivos.
Pues bien, este tipo tan cabroncete y que a todos tan bien cae, he analizado que es en realidad: Un cínico, un mentiroso, un déspota al que no le importa en absoluto el sufrimiento ajeno, un drogadicto, un tipo agresivo, y además un cliente de el oficio más viejo del mundo, por no mencionar sus pocos reparos ante regalos de la mafia, etc. A pesar de los pesares, el tipo cae bien, supongo que porque es fácil pillarle cariño cuando los comentarios no te los tira a ti, bueno, pues de este cabroncete también se me ha pegado algo a mi, porque aunque ya soy dado en ocasiones a comentarios cínicos y sarcásticos, en momentos brevemente anteriores a este escrito he respondido de la siguiente forma, ante esta frase de una amiga: -¿Pero no sabes que el amor es ciego?. Mi respuesta, sin pensarlo fue: Y todos tenemos derecho a una vivienda digna, que bonitas las leyendas urbanas, y que rica la codeína...

Con eso lo dejo todo dicho....