lunes, octubre 29, 2007

Papel en blanco

El desafío constante, la visión del papel en blanco que parece absorver la mente y dejarla sin resquicio alguno de proyección creativa.
Esa capa nívea de muerte para la efímera inspiración, es ese... el enemigo atroz y maligno, al que se enfrenta el escritor. Masa infinita de vacío contra la que se lucha con poco más que algo de tinta e intuición.

He hay el enfrentamiento eterno, de lo que quiere ser, existir, llegar a crearse y el conclave de nada, bloqueo y falta de inventiva que tratan de sobreponerse unos a otros, muriendo parte de uno en cada batalla diaria, gane el que gane.
Hoy el vacío perece bajo el peso de una historia que debía escribirse, en la que miles, millones quizás, se han visto envueltos a diario, sin ser conocidos como los luchadores y mártires que son. Tenía que ser contada porque siempre todos luchaban por el resto, por los que no supieron o no se atrevieron, a coger bolígrafo, pluma, lápiz o incluso sangre, para contar al resto las historias que tanto necesitan.

Ya sea para vivir un mundo menos cerrado y más volátil, o para saber que si se pudieron realizar cosas distintas en otros tiempos.