domingo, julio 05, 2009

Lamento del que no come

Sigo un rastro de estupideces buscando el final de mi vida, veo como un año tras otro sin excepción voy tomando decisiones equivocadas. Nadie tiene que decirme aquello de que la vida no es fácil, o que todos tenemos que sufrir peleando para volver a levantarnos... Pero hay días en los que no eres alguien feliz, sino una miserable figura de ojos caídos y hombros aún más caídos, que se remueve intranquila en el lugar donde trata de buscar el descanso. Pero todo aquel y toda aquella que han sentido ese picor en el cuerpo y esos sonidos inquietantes que la mente proporcionan a la sombra de lo que quisimos ser, sabe que ni por muchas drogas, entretenimientos o pensares cansados, la tortura pasará con menos sufrimiento o más ligera...

Proposición

Una enorme fila blanca se dispone ante mi como un pelotón de fusilamiento, ninguno tiene compasión y busca en la luz de cualquier punto, el rayo que se refleje mejor para clavarse deslumbrante en mis anhelos. Son una legión, organizados por tipos y tamaños, bien entrenados y de fuerza inmensa.
Han calado sus bayonetas y vienen a por mi sin compasión y sólo me queda una cosa que decir ahora que no temo nada y asumo lo que venga como un hombre: Muérdeme