viernes, mayo 19, 2006

A todos nos llega nuestra hora, la cuestión, es no pasarse la vida mirando el reloj










Así es como comienza esta mi reflexión, todos morimos, todos antes o después pasamos a ser iguales a una piedra, la arena... simplemente pasamos a ser un pequeño trocito de algo que antes era más grande, por el cuerpo que se descompone, es como la piedra a la montaña, la arena al desierto, es el cuerpo a la persona.
Las frases que se me vienen a la cabeza cuando pienso en la muerte, no son las de "Los hijos de Maria Bernarda piden oración por su alma.", o aquella otra de "¡Pobrecito con lo bueno que era!". Las frases en las que yo pienso, son esas que me han llamado la atención durante conversaciones insustanciales, porque las perlas salen de bichejos poco atractivos a la visual, y las flores del abono:
"Me dice la gente que el tatuaje se vera feo cuando sea viejo y se me mueva la piel, ¿no se dan cuenta de que ya todo estará feo?, ¿qué más da el tatuaje como esté?". "Tengo ganas de ser viejo, para poder empezar a vivir como un niño...". "¿Y tú qué quieres hacer de mayor?. -Yo quiero hacer ahora".
Una de ellas la tomo prestada y el resto son retazos de mi mismo en mi memoria.
Aunque claro, quizás digan que el pensar en lo banal ante la muerte es sólo una forma de esconderse, pero yo digo que quien tiene miedo a la muerte, es porque no se ha parado a pensar lo duro que está el vivir.
Que descanséis, os divirtáis, o simplemente no penséis, no significa que no siga la guadaña tras el minutero incesante...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahi esta Rodri. Me encanta esta entrada. En realidad de la muerte me dan miedo dos cosas:

1. La muerte de los seres queridos (algo que sufriria en vida)

2. Mi propia muerte con fin doloroso (algo que lógicamente, tambiéjn sufriría en vida)

Mi promia muerte no me da miedo, solo la vida.


Si es que... ahie sta rodri... ahi esta XD