lunes, octubre 09, 2006

Dedicado a Tim Burton y su melancólico chico ostra

Como únicos amigos tenia las retorcidas sombras en su habitación
como consuelo conservaba el picaporte de la casa que terminó
el chirrido del suelo de su dormitorio era la excusa para llorar
decía hidratar las maderas con lágrimas por no tener dinero
cada hora, de cada día, de cada noche de pesadillas le removía
sólo el acero sobrevivió al incendio que provoco con su fuego
y mantener la madera húmeda con su culpa y desaparición
era lo que le haría sentir a salvo y permanecer menos muerto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

y ese relato, no continúa?

qué nervio me está entrando de conocer la continuación, oich