domingo, agosto 24, 2014

Siluetas al oido



Ahora, cuando duermes, y recordando la cadencia de un poema de Zumalabe, con esa voz suya de leer, tan suave.
Ahora, casi como escuchando al genio leerlo, mientras e mira detrás de sus cristales, con una cadencia que recuerda el mecerse de la cuna inquieto.
Ahora, que sé que soy libre de las importancias y opiniones ajenas y vuelvo al puro goce y disfrute de escribir para leer me lo.
Ahora... es el pasado que sucedió, mientras plasmé estas palabras recordando su voz, por qué era la forma más dulce de leerte un "te deseo".


Dedicado a un gran poeta y enorme lector, y al deseo que siento por algunas mujeres que lo merecen.

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