domingo, agosto 20, 2006

Un Cristo y su cruz



La vida es un planteamiento de elecciones, posibilidades y probabilidades, vista desde un objetivo matemático. Es un montón de sentimientos moviéndose sin parar, creando nuevas concepciones y haciendo amalgamas de lo que antes eran sentidos independientes, desde el punto de vista de un artista. Una curiosa casualidad detrás de otra, sin sentido, importancia o necesidad según un nihilista quizás. La vida es el como la vivimos, y una sucesión de experiencias en su mayoría problemas, que vamos resolviendo según incluso nosotros mismos nos los creamos.
Yo entiendo de crearse uno mismo problemas, entiendo lo que es tener tanto por hacer que sientes que te faltan granitos de arena en tu reloj, que alguien los ha ido cogiendo uno a uno, hasta dejarte sólo los suficientes como para que no tengas tiempo de buscar el resto...
Cuantas personas viven tan tranquilas y sin tener nunca que observar el reloj, y cuantas otras tienen su vida llena de anotaciones, alarmas, citas previas, organizadores, horarios imposibles, y productos para aguantar el ajetreo diario imposible para el cuerpo por si solo.
Yo no me considero de ninguno de los dos tipos, pero si tengo que admitir, que si por si misma la vida me da más problemas que otra cosa, yo también puedo a veces fijarme en lo más complicado, pero para una persona en especial, os diré a todos, que el buscar los más complicado y aparentemente enredarse en mayores problemáticas el más difícil todavía, sólo se hace porque merece malditamente la pena.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay quien se da cuenta de que existen personas que no pueden vivir sin complicaciones, que necesitan tener problemas en su vida, y reducen al mínimo cualquier concepción de la realidad con tal de sumirse en un mundo basado en dolores, lutos y espirales negras.

La vida hay que vivirla intensamente, trabajándola todo lo posible para que nuestros inconvenientes no nos impidan seguir adelante, y la autocompasión es la cituta que día a día mata nuestra existencia.

Hay que vivir la vida, pero sabiendo vivirla. No vale un "quemar la existencia" como una yegua sin freno, ni tampoco "guardarla en una urna de cristal" como la rosa del Principito. La mesura, el punto medio, y el intentar ser día a día más fuerte, buscar la perfección, debe ser nuestro objetivo.

"ES MEJOR FORJAR EL ALMA QUE AMUEBLARLA"

Anónimo dijo...

He posteado en mi blog un comentario que va dedicado a ti.
(No te enfades, paisa, que es de broma)
Un abrazo, Nacho

Anónimo dijo...

Quillo, ya sabes cuál es tu cruz de aquí a poquito: la selectividad.

Tú ve tranquilo (pero no confiado), que aunque es difícil sacar buena nota, también es difícil suspender. ¡¡¡Ánimo y mucha suerte, chavalote!!!

Anónimo dijo...

Quillo, ya sabes cuál es tu cruz de aquí a poquito: la selectividad.

Tú ve tranquilo (pero no confiado), que aunque es difícil sacar buena nota, también es difícil suspender. ¡¡¡Ánimo y mucha suerte, chavalote!!!